La vitamina K, también conocida como la vitamina D la coagulación sanguínea, tiene a su vez un rol fundamental para el cuidado de la salud de los huesos. En ese orden de ideas, se trata de un elemento que vale la pena vigilar y suministrar al organismo en las cantidades adecuadas.
Vitamina K a través de la alimentación
Sin importar si el objetivo que una persona consiste en bajar de peso rápido o no, la vitamina K es un factor clave para la alimentación. En términos generales, se puede obtener principalmente mediante la ingesta de verduras, aunque también se ha identificado que las grasas, los aceites, las carnes, las legumbres, las frutas y los cereales, siguen siendo opciones muy interesantes.
Edamame – Se estima que contiene 21 µg de vitamina por cada cucharada. Igualmente, no sólo se trata del aporte que tiene en ese sentido, sino que garantiza un acceso importante proteínas y fibra alimentaria. Por ese motivo, van a intervenir en la regulación del nivel de azúcar y colesterol en la sangre. Contiene a su vez sustancias antioxidantes para ofrecer protección a las células ante el daño sigue activo.
Aceite de soja – Es una muy buena opción porque aporta ácidos grasos esenciales que hacen parte de la familia omega 6. Así mismo, es una opción realmente útil para cocinar o para la incorporación en adobos y aderezos. Teniendo en cuenta la calidad de las grasas de este producto, va a participar en la prevención de enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Calabaza en conserva – Se calcula que el contenido en vitamina K es de 43 µg por cada media taza hervida. De nuevo, es una muy buena opción para acceder a fibra alimentaria o a las vitaminas A y C. en otras palabras, es un alimento que va a promover el refuerzo del sistema inmune. Igualmente, es una conserva con un sabor delicioso que se puede mezclar con otros elementos como el yogur, avena o batidos.
Nato – En su contenido, se van a encontrar 900 µg de vitamina K por cada 100 gramos de alimento. Es probablemente el producto menos conocido de todos, pero resulta ser bastante típico en Japón. Se obtiene a partir de la fermentación de la soja.
Hojas de berza – Su contenido en vitamina K es de 530 µg por media taza de hojas cocidas. También va a suponer un aporte en hierro, manganeso, calcio y fibra alimentaria.