Los batidos de dieta son una de las primeras estrategias para bajar de peso que se suelen considerar en la actualidad. Al tiempo, el concepto de higiene alimentaria se está haciendo cada vez más popular entre quienes están interesados en profundizar en estos temas de nutrición, alimentación o adelgazar.
Sobre lo anterior, hay que mencionar que la higiene alimentaria es necesaria cuando se quiere prevenir el deterioro de los alimentos con ciertas intoxicaciones. Al cuidar la manipulación de los productos y vigilar su conservación, se logra garantizar que no se pierda el sabor de los alimentos y también se previene el crecimiento de microorganismos patógenos.
¿Cómo tener una buena higiene alimentaria?: Hábitos
Limpieza – Se debe empezar por prestar mucha atención a la limpieza de los utensilios y productos que se quieren usar al manipular los alimentos. Hay que lavarse las manos antes de entrar en contacto con ellos, por ejemplo. Siempre es preferible lavar con agua caliente si se quieren eliminar los restos de comida o bacterias.
Cocinado – Con las altas temperaturas se mejore sabor de las preparaciones, al tiempo que se van a eliminar organismos patógenos o bacterias. En otras palabras, con este procedimiento se puede cumplir casi a la perfección la función de conservación de los alimentos. De todas maneras, se debe ser cuidadoso ante el recalentamiento de los alimentos.
Conservación en frío – Uno de los aspectos críticos para la higiene alimentaria es el cómo se conserva los alimentos. Siempre hay que hacerlo a una temperatura baja si son alimentos perecederos o con un alto riesgo microbiológico. Por ejemplo, el congelador facilita que se eliminen determinados organismos patógenos.
Cuidado con las salsas – Por lo general, esta clase de productos van a presentar un sinfín de problemas a nivel de higiene alimentaria. Hay que considerar que, por sus propias características, las salsas sufren de un proceso bastante delicado el cual no siempre es realizado de manera correcta. Por ejemplo, una salsa nunca se puede mantener a temperatura ambiente, menos cuando tiene ingredientes como tomate o huevo. Es aconsejable que se mantengan en el frigorífico a baja temperatura.
No mezclar alimentos – Para promover una buena conservación de los alimentos, hay que mantenerlos separados entre crudos y cocinados. En caso contrario, las bacterias van a tener las mejores condiciones para migrar y contaminar otras preparaciones culinarias que se encuentran alrededor, lo cual por supuesto va a ocasionar diferentes problemas.