Son muchas las posibles razones por las que una persona se puede ver obligada a trabajar desde la cama. Aunque puede ser inevitable, también hay que resaltar que se trata de una práctica con muchas desventajas para la salud. En ese sentido, es clave que se conozcan estos factores y los efectos sean minimizados.
Las desventajas para la salud de trabajar desde la cama
En principio se puede plantear que es una clara desventaja para todas las dietas personalizadas y planes de alimentación en general. Sin embargo, con el avance de la tecnología, es una práctica cada vez más común.
Más allá de todas las explicaciones potenciales, hay varias razones considerables por las que no es una buena idea trabajar desde la cama, tanto en términos físicos como psicológicos, en especial a largo plazo.
Dolor lumbar al trabajar desde la cama – Sin dudas, es uno de los efectos que se va a notar en primera instancia al realizar actividades en la cama. Puede ser que se tenga una posición que parezca cómoda al principio, pero cuando se mantiene por un período de tiempo largo, se van a presentar problemas en esa región. Por lo general, al estar acostado o sentado en la cama se va a curvar mucho la espalda y esto genera tensiones en los músculos, área lumbar y cervical.
Dolor general de la espalda – Por supuesto, es una consecuencia estrechamente relacionada con el punto anterior. Ya que en la espalda no encuentra un lugar de soporte adecuado al sentarse en la cama, es de esperar que el cuerpo se doble poco a poco con el paso del tiempo. Puede parecer un movimiento imperceptible, pero tras varias horas en una misma postura, los riesgos de dolor general respaldaban incrementarse.
Alteración del sueño y el descanso – En la vida moderna, la utilización del ordenador es una necesidad y casi que una obligación para todos, motivo por el que se tiende a trasladar este equipo a zonas que en principio se pensaron para el descanso, como por ejemplo la cama. De este modo, la habitación se puede convertir en un lugar que ya no se piensa para la reposición de la energía que se ha usado durante el día, sino que se empieza a considerar que la habitación es una zona del trabajo, por lo cual el nivel de relajación se desvanece. Esta consecuencia se hace aún mayor cuando hay una sobre exposición a portátiles, tabletas o smartphones.