Ante la importancia de la actividad física para la salud, se han establecido una serie de pautas para que las personas se ocupen de su autocuidado sin exponerse a riesgos innecesarios. De ahí, que hoy en día, puedan recomendarse deportes o prácticas físicas específicas acordes a la edad, a partir del análisis de factores tales como la intensidad de la exigencia y el impacto sobre la musculatura.
Puesto que el metabolismo sufre cambios relevantes con el paso de los años que se reflejan en huesos más frágiles o en dificultades más contundentes para controlar el peso, además de indagar sobre dietas saludable resulta determinante, saber qué es exactamente lo que se debe evitar en cuanto a ejercicio, según cada etapa de la vida.
Deportes adecuados según la edad
- Infancia y adolescencia: dado que es un buen momento para potenciar toda clase de habilidades, baloncesto, natación, fútbol, karate, bicicleta y atletismo, se convierten en opciones muy completas para generar escenarios de exigencia física.
- A partir de los 20 años: aprovechando que la capacidad física está en todo su esplendor, las pesas pueden ser un recurso llamativo. El cardio en todas sus facetas también se da muy bien.
- Década de los 30: aquí se proponen rutinas breves pero contundentes. El spinning, circuitos y entrenamiento focalizado, puede combinarse con yoga.
- A los 40 años: caminatas rápidas que logren acelerar un poco el ritmo cardiaco, tienen efectos muy positivos. Pilates, estiramientos y acondicionamiento muscular forman un amplio abanico de posibilidades.
- A los 50 años: el trabajo cardiovascular con poco peso es lo que se sugiere, asimismo, aquello que facilite la obtención de fuerza.
- De los 60 en adelante: debido a que las articulaciones se vuelven tan delicadas, es requisito tomarse las cosas con calma. Caminatas, bailes de salón y estiramientos pueden hacer la diferencia para no caer en el sedentarismo.
Mantenerse activo, una decisión inteligente
Más allá de todas las enfermedades que se pueden prevenir, el destinar unos minutos del día para hacer ejercicio, representa aportar a la salud mental ya que se liberan los niveles de estrés. Por otra parte, el oxígeno que recibe el cerebro se incrementa y con ello la memoria y la concentración se fortalecen.
Ante las mejoras en el estado de ánimo que se obtienen tras una sesión de entrenamiento, la verdad es que la edad nunca debe tomarse como un impedimento para sumarse a lo que no es otra cosa que crear las condiciones para una existencia sana.