En el sector de la nutrición siempre se habla de lo clave que es la alimentación para bajar de peso, por ese motivo, siempre se hace énfasis en todas las posibilidades que traen consigo las dietas de batidos, las dietas bien planificadas y aprender a seleccionar los alimentos que en verdad son convenientes para cumplir con este tipo de objetivos.
Ahora bien, el inconveniente en el mercado actual, tiene que ver con los productos engañosos que prometen ayudar a bajar de peso pero que no son saludables, en otras palabras, aquellas trampas que se suelen comercializar, las personas adquieren con un cierto grado de confianza, pero que la realidad nos ha demostrado que son poco saludables e incluso empeoran las condiciones para perder peso.
Considerando lo anterior, en este artículo compartimos algunos productos engañosos para perder peso que no son saludables, sobre los que las personas no tienen mucha información y que por esa misma razón deben aprender a identificarlos para que no se sigan equivocando al introducir los mismos como parte de su alimentación habitual.
Aceites vegetales: ¡No tan buenos para adelgazar!
De manera errónea, una muy buena parte de la población tiende a pensar que los aceites vegetales son un tipo de producto que es saludable simplemente porque provienen de alguna clase de vegetal.
Pese al anterior razonamiento, es fundamental que las personas sepan que no todos los aceites vegetales son sanos y que en realidad la mayor parte de las presentaciones que se comercializan incluyen grasas que son dañinas con las que se afecta el peso y la salud cardiovascular.
Ahora bien, los aceites naturales que SÍ se recomiendan son los de presentación virgen extra, como por ejemplo los de: oliva, semillas de uva, coco, girasol y semillas de lino.
Sopas enlatadas: No ayudan a bajar de peso
Un cierto grupo de personas consideran que para bajar de peso y volumen las sopas enlatadas son una buena opción, por la simple deducción que cualquier clase de sopa va a ser conveniente para lograr este objetivo.
Ahora bien, hay que ser claros en que en términos generales las sopas sí ayudan a adelgazar, pero en aquellos casos en donde son enlatadas se pierde la calidad nutricional e incluso van a terminar por empeorar las condiciones debido al sinfín de conservantes y de aceites poco saludables que se incluyen en ellas.