Son muchas las situaciones en torno a la alimentación que pueden afectar el rendimiento del cuerpo, la salud mental o la apariencia. En este caso, nos centramos en la hiporexia, un concepto médico con el que se describe una disminución en el apetito de una persona. Es cierto que se puede presentar con el paso de los años, por lo cual se asocia esta condición con el envejecimiento.
¿Qué es la hiporexia?
Como se ha mencionado, es una referencia a una disminución del apetito, por lo general asociada con el envejecimiento. En otras palabras, no está relacionada con la implementación de las dietas detox o algo que se le parezca.
Por otro lado, hay que destacar que el término hiporexia se asemeja al de anorexia, y en la práctica es complejo hacer una distinción. Ahora bien, en el caso de la anorexia lo que sucede es una falta total del apetito. Más allá de lo anterior, en ambos casos la salud se deteriora por la desnutrición y la falta de acceso a determinadas vitaminas.
Los estudios han encontrado que la hiporexia afecta cerca del 60% de las personas mayores de 65 años. Asimismo, todo parece indicar que después de los 80 años, casi el 90% de las personas lo padecen.
¿Qué provoca la hiporexia?
La pérdida del apetito implica una reducción en el consumo de alimentos, así que se ve acompañada por cansancio y pérdida de peso. El problema principal, es que con el tiempo va a significar un déficit importante de nutrientes. Igualmente, es común que se den concentraciones muy bajas de vitaminas o que se sufra de anemia.
Es posible empezar por mencionar que la edad acarrea requerimientos de energía más bajos, pero también los problemas psicológicos como la depresión o el estrés, son variables que afectan el apetito de la persona.
También, hay expertos que han notar la pérdida de la capacidad sensitiva que se va experimentando con los años, por lo cual el olfato y el gusto disminuyen en sus condiciones, lo que conlleva a que el apetito también se vea afectado.
Consecuencias de la hiporexia
Con la pérdida del apetito y una alimentación cada vez más de peor calidad, la desnutrición suele ser la consecuencia principal. Para los ancianos, este proceso casi siempre ocurre de modo lento y progresivo, por lo cual es complejo que se ha detectado. Asimismo, la masa muscular desciende y otras enfermedades graves se pueden presentar.