3 errores típicos que impiden bajar de peso

La alimentación es la clave de cualquier plan para bajar de peso y en la medida en que una persona comprenda esta relación con el proceso que va a empezar a cumplir para lograr cambios significativos en su cuerpo para una figura más estilizada y un cuerpo saludable, los resultados van a corresponder con lo que se busca.

En ese orden de ideas, en el afán por perder peso rápido, siempre es necesario identificar los errores comunes que impiden bajar de peso, no sólo por lo que representan para convertirse en un obstáculo en el proceso, sino porque en muchas ocasiones las propias personas no son conscientes de su situación.

Una dieta con base en los alimentos light o de dieta




Se puede afirmar casi con total certeza que la mayoría de los productos light son engañosos y por esa misma razón se convierten en un obstáculo muy serio para que las personas puedan llegar a la meta de una alimentación sana y saludable.

Para contextualizar de un mejor modo, en el mercado se pueden encontrar galletas en donde en la etiqueta hay una mujer con un cuerpo esbelto y tonificados, en donde se anota “mantén la línea”, pero la realidad nos dice que al leer la información nutricional que únicamente presentan una menor cantidad de calorías respecto a las versiones normales.

Igualmente, los productos integrales deben ser revisados, pues en ocasiones dicen serlo, pero con un análisis breve se va a determinar que son mezclas de harina integral con otros ingredientes muy ricos en calorías.

Realizar una dieta extrema

Es uno de los peores errores al querer bajar de peso. Casi sin excepción, las dietas extremas no le aportan nutrientes al organismo y por lo tanto no va a funcionar de la manera adecuada, lo que desemboca en el efecto rebote.

Lo ideal, es que se construye una dieta saludable, en donde se consiga quemar grasa de un modo gradual y estable. La paciencia es una de las claves, al igual que evitar las tentaciones.

Saltarse el desayuno o una comida principal

Desde una lógica simplista puede parecer que el cuerpo se está ahorrando unas cuantas calorías al saltarse una comida principal, pero esta es una práctica inadecuada, porque el metabolismo se ralentiza e inclusive puede promover la ansiedad por la ingesta de alimentos con exceso de grasa, azúcares o que no son beneficiosos para el organismo.