La dieta que protege el corazón

Las enfermedades cardiovasculares, como el infarto y el ataque cardiaco, son la principal causa de muerte en algunos países del mundo. Según cifras de 2011 de la Organización Mundial de la Salud, alrededor del 33% de muertes se deben a estos problemas. Con estas estadísticas alarmantes, es necesario hablar sobre el corazón.

Dada esta realidad, en este artículo hemos desarrollado menús que protegen el sistema cardiovascular y sean accesibles para todos. La intención es la de adaptar la famosa dieta mediterránea, conocida por ser beneficiosa para el corazón, a los hábitos alimenticios de cada persona.

Se recomienda consumir tres porciones de fruta y no más de cinco al día, así que no hay justificación para la falta de disciplina. Las frutas beneficiosas para el corazón son aquellas relacionadas con la reducción de colesterol malo, que como característica tienen el ser rico en flavonoides, que previenen la formación de coágulos y ayuda a disminuir la presión arterial como el caso de la fruta del verano, la sandía, que lucha contra la aterosclerosis (formación de grasa en las placas de los vasos sanguíneos).

Las verduras también deben tener presencia en las principales comidas del día, con un total de cuatro a cinco porciones por día. Los beneficios de esta categoría de alimentos no sólo ofrecen los nutrientes encontrados de forma individual, sobre todo porque las verduras que usted pone en el plato, dan menos espacio a las opciones de grasas y calorías.

La gran ventaja de esta categoría de alimentos es el hecho de que poseen muy baja en calorías y grasa, pero siguen ofreciendo una buena cantidad de fibra y vitaminas.

Uno de los alimentos más notables en la dieta mediterránea es el aceite de oliva. El aceite de soja es un ácido graso poliinsaturado, rico en vitamina E, omega 6 y omega 3 que ayuda a regular los niveles de colesterol y por lo tanto a proteger el corazón. El aceite de colza es un poco más caro, pero es la mejor fuente de Omega 3. El aceite de girasol, a su vez, contiene, además de omega 3 y omega 6, vitamina E y grasas mono insaturadas, que aumentan el colesterol bueno (HDL) y reducen el colesterol malo (LDL).

Oleaginosas, son grandes aliados del corazón por ser fuente de grasas beneficiosas, que ayudan a controlar el colesterol y por lo tanto proteger el sistema cardiovascular. Hay amplias variedades de estos alimentos, pero los valores son generalmente altos. Por lo tanto, se recomienda el consumo de anacardos, nueces, pistachos y avellanas.

El consumo de lácteos también es clave para una dieta equilibrada. Afortunadamente, la leche, el yogur y el queso son muy consumidos por las personas. El problema es que los consumidores suelen invertir en las versiones tradicionales de estos productos, que son altos en grasa. Así que toda la leche y el yogur deben ser reemplazados por la versión desnatada.

Entre los cereales, uno de los aliados del corazón es la avena. La comida es una fuente de fibra insoluble llamado beta-glucano, que inhibe la absorción y mejora la circulación de grasa por el organismo. La harina de avena reduce los niveles de triglicéridos, colesterol y lípidos totales, favoreciendo la salud cardiovascular.

La dieta mediterránea tiene todavía una última lección para aquellos que quieren cuidar el corazón, reducir el consumo de carne roja. Eso es porque se centra en el consumo de pescado, que son ricos en grasas buenas para la salud cardiovascular.